“Los crímenes de Oxford” no me ha parecido gran cosa, es más, puedo decir tranquilamente que es del montón. La película del señor Iglesias me ha decepcionado, esperaba que este tipo volviera a golpear con un producto característico suyo, pero no ha sido así.
Encuentro dos problemas a simple vista en esta producción:
Encuentro dos problemas a simple vista en esta producción:
- La primera “el argumento”, historia trillada, contada con demasiados tópicos, y que cae en un cúmulo de situaciones vistas demasiadas veces en la pantalla, no sé cómo será el libro, ni lo fiel que es, pero desde luego el guión es flojo y no aporta nada nuevo al género. Personajes de lo más vario pinto, que como siempre son utilizados de peones para intentar despistarnos e intentar crear una película imprevisible, reconozco que el final no me lo esperaba, pero una película no se mide por un plano, una secuencia, un final ni nada de eso, una película se mide por su conjunto, y la verdad es que en su conjunto no es nada del otro mundo.
- El segundo problema viene de la mano de su director, a estas alturas todos sabemos que “Los crímenes de Oxford” ha sido un encargo, igual que lo fue “Perdita Durango” (otra mediocre de peli). Esta vez Álex no se ha querido mojar con su estilo tan personal, salvaje y lleno de humor negro. Álex se nos ha vendido al mercado internacional (sobre todo al Hollywoodiense), y claro, la película respira un tono impersonal, convirtiéndose en una más, y es que cualquier director medio podría hacer “Los crímenes de Oxford” obteniendo el mismo resultado.
“Los crímenes de Oxford” no es la mejor película de Álex de la Iglesia, se queda a años luz de sus mejores obras. Álex ha rodado un producto correcto, como he leído por ahí, de “factura clásica”, rodado y montado al más puro estilo Hitchcock, autor que ya Álex de la Iglesia homenajeo con su “Crimen ferpecto”. Contada con un ritmo pausado, como se suele decir ahora, cuando realmente se quiere decir: lento = aburrido. Una lástima que Álex no haya puesto más de su mano, nos deja un par de sellos de la casa, un plano secuencia impecable y muy significativo en la narración, no sólo por como termina, sino por lo que enlaza, y también un par de personajes, un compañero de cuarto bastante perturbado por sus estudios matemáticos, y ese individuo postrado y consumido por sus propios estudios, son marcas del realizador de “El día de la bestia”.
En el apartado actoral solo destaca John Hurt, algo lógico, la veteranía es un grado. Hurt se pasea por la pantalla con elegancia y demostrando que no solo sabe parir un Alien. Y es que Hurt se come en pantalla a cualquiera de sus compañeros, claro que, estos son simples, insípidos y transmiten menos que un folio en blanco. Leonor es simplemente Leonor, mujer florero donde las haya. Y nuestro Frodo, ainsss, Elijah Wood sigue con su cara de qué hacer con el anillo, y es que creo que Álex se equivocó en la elección de este actor, teniendo como primera opción a Gael Garcia Bernal, que hubiera dado mucho más juego.
Para terminar mencionar la estupenda banda sonora de Roque Baños, que hace un cameo en la peli, haciendo lo que mejor sabe hacer. Una música inquietante, muy adecuada para la ocasión, y que sabe marcar las secuencias, aportando el ritmo y la tensión necesaria. Dicha eficacia ha sido recompensada por la academia española, otorgándole un Goya en la categoría de mejor banda sonora.
Para terminar mencionar la estupenda banda sonora de Roque Baños, que hace un cameo en la peli, haciendo lo que mejor sabe hacer. Una música inquietante, muy adecuada para la ocasión, y que sabe marcar las secuencias, aportando el ritmo y la tensión necesaria. Dicha eficacia ha sido recompensada por la academia española, otorgándole un Goya en la categoría de mejor banda sonora.
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