“La sombra del reino” se enmarca en el grupo de películas post-11S, aunque más bien, son ciclos, mismas historias pero con otro tono y otras causas. Lo curioso de esta peli, es que, viéndola me recordó a esas pelis de los años ochenta donde los americanos se enfrentaban con los rusos, o bien, los americanos hacían amistad con algún ruso para ver que no todos son tan malos, como en “Danko: calor rojo” o “Rocky IV”. Pues bien, ahora nos han cambiado a los rusos por islámicos, porque claro, los tiempos cambian y las amenazas también, y lo dicho, un nuevo ciclo.
Viendo los créditos de “La sombra del reino” uno puede pensar que esté ante una película con mensaje político, y que nos podemos esperar otro “Syriana”, pues quitaos eso de la cabeza, porque toda esa base política se queda en los créditos. Créditos que por cierto me gustaron, ¿Por qué la academia no tiene un apartado para ello? Fijo que “La habitación del pánico” se la hubiera llevado aquel año. Mi consejo para ver “La sombra del reino” es que os pilléis una buena ración de palomitas, un refresco y que os acomodéis en el sofá, y por favor no os cortéis con el dolby a todo trapo, porque simplemente es eso, un producto para el entretenimiento.
“La sombra del reino” comienza con un atentado en un complejo americano de Riyadh, obviamente la tensión crece, y más aún en el departamento del FBI, donde un James Foxx quiere devolver el golpe. Así que con unos cuantos tiras y aflojas, Foxx y su equipo del C.S.I. se desplazan a Riyadh. Una vez en el lugar, no pueden hacer nada porque las autoridades políticas se lo prohíben, y para estar seguro de que no pueden mover un dedo, un grupo de agentes los controlarán, uno de ellos, el coronel Faris Al Ghazi (Un estupendo Ashraf Barhom), pero claro poquito a poco surgirá amistad por ambas partes y unirán fuerzas para poder coger al villano de la función. Esto sería más o menos lo que es la peli, una historia que ha sido repetida más de mil veces, y que al final solo cuenta una cosa, el ojo por ojo.
Por supuesto el guión cuenta más cosas, que Foxx es un padrazo al igual que Barhom, dejando claro que todos somos iguales, y que malos y buenos hay en cualquier país. El libreto ha sido escrito por Matthew Michael Carnahan, hermano de Joe firmante de “Narc” y “Ases calientes". Después de “La sombra del reino”, Matthew ha escrito “Leones por corderos”, no la he visto, pero tengo entendido que nos habla más o menos de lo mismo, aunque centrándose en el tema político. El guión de Matthew no es una maravilla, pero desde luego cumple su objetivo, con buenos giros y siempre avanzando la historia, pequeños parones narrativos perdonables, y un clímax final de infarto, menudas treinta últimas páginas. Y una pincelada al final del todo para dejar caer un mensaje que nos haga pensar un poco.
Berg en plena faena.
En un principio el director de la cinta iba a ser Michael Mann, pero al final éste pasó las riendas del proyecto a Peter Berg, un realizador que para mí tiene futuro. Sus pelis no es que sean portentos, pero desde luego entretienen, y eso es algo que agradece un servidor. Su ópera prima, “Very bad things” me dejó "flipao", con esos personajes y la manera de contarnos la historia con un baño de humor negro. Su siguiente peli seria “El tesoro del Amazonas”, bastante efectiva en ritmo y en entretenimiento, combinación de humor y acción. Con “La sombra del reino” da un nuevo paso, se centra más en el género de acción e intenta dramatizar la tensión que acarrea este conflicto, desde luego Berg no es Spielberg, y tampoco deja tanta marca por ello, pero si es cierto que el producto de acción es efectivo y hoy en día es para felicitar que una peli entretenga. No sé si Berg estará influenciado por otros directores, pero desde luego mueve la cámara como alguno de ellos. Sin ir más lejos el estilo Greengass es copiado en la última media hora, eso sí, os puedo asegurar que no marea tanto. En esa media hora final Berg se luce de lo lindo, incluso hay una escena que es prácticamente copiada de “Peligro inminente”, aquella en que Harrison Ford le tienden una emboscada en una calle y desde las azoteas lo asedian, Berg rueda la misma escena, pero siendo más visceral, demostrando lo buen director que puede llegar a ser. Todo esto por supuesto funciona bien en parte por un buen montaje que hace que la historia fluya bien y no perdamos detalle ni orientación.
Atentos también a la música de Danny Elfman, aquí se aleja de su estilo, pero sin alejarse de su arma principal, el sintetizador, construyendo temas eficaces para cada escena, y es que a estas altura de la vida Elfman no tiene que demostrar lo buen compositor que es. Por cierto, como curiosidad Peter Berg se ha apuntado a lo del cameo, y en “La sombra del reino” hace una pequeña aparición a lo Hitchcock, de todas formas, para Berg, no es nada nuevo lo de actuar, empezó con ello ¿no?
En fin, después de esto nos llegó “Hancock”, una peli en sí flojita para lo que podía haber dado. Luego unos trabajitos televisivos, y este año nos traerá su próxima peli, “Battleship”, el tráiler mola, aunque parece un producto de Bay, más que de Berg, pero en fin, volveré a agarrar unas palomitas y espero disfrutar del espectáculo.
