La última aventura del agente Bond, James Bond (no he podido contenerme) he de decir que como entretenimiento no está nada mal, perder dos horitas y sumergirse en las aventuras con el prota, viene muy bien para desconectarnos del stress, de la crisis y de todos los problemillas que nos rodean. Por lo pronto, os recomendaría visionar “Casino Royal” antes de ver “Quantum of Solace”, ya que esta parte donde terminó aquella, y algunos elementos de “Casino Royal” que se dejaban sin atar, aquí van tomando color. La elegancia, la definición de los elementos característicos de Bond y la estética vista en “Casino Royal”, son evaporadas en “QoS”, de ahí que pueda decaer para los fans de Bond esta última propuesta.
No sé decir si Marc Forster ha hecho un buen trabajo o se ha quedado a medias, tal vez sea porque el proyecto le ha quedado grande, acostumbrado a películas menos aparatosas. Es cierto que nos brinda buenas secuencias y saca jugo a sus actores, menos a la chica Bond, ese palo llamado Olga Kurylenko que no vale ni “pa estar escondía”. También hay que agradecer a Forster el hecho de hacer que “QoS” sea más visceral que todas las anteriores.
Lo que no perdono es el montaje tosco en las secuencias de acción, donde provoca que perdamos el norte y nos entre un mareo del copón, es cierto y reconozco que Greengrass también mareaba, y la opinión se dividía en dos bandos, aquí solo puede haber uno (como en “Los inmortales”) el bando de “no veo un caraj… Steve Wonder a mi lado es una gacela” y es que tanto Forster como sus montadores (Matt Chesse y Richard Pearson) se tuvieron que tomar veinte cafés cada uno antes de ponerse a montar, no es lógico el no aprovechar mejor las secuencias filmadas de acción, y es que Dan Bradley (director de la segunda unidad, y que en su currículum presume de filmar las escenas de acción de la ultima de Indiana Jones, Spiderman 3 y de las dos últimas pelis de Jason Bourne ¿coincidencia? No lo creo…) trabajó duro durante 6 meses para coordinar y plantear las secuencias de acción, lástima que se pierda parte de ella.
En lo actoral, mención especial para Judi Dench, que demuestra que se siente como pez en el agua con su personaje de “M”, y disfruta con él, también deslumbra un Giancarlo Giannini, que no se esfuerza mucho para tener que transmitir algún sentimiento. De Daniel Craig se ha dicho de todo, yo solo diré, que para mí sigue siendo mejor Sean Connery como Bond, y que Craig no llega a su altura (tampoco lo busca, y eso es un punto para Craig) para mi le falta un poco de elegancia personal al personaje de Craig, pero bueno solo es mi opinión. De Olga… mmm… ¡a la horca! Por dios bendito. Curioso ver pasear y codearse con Bond a Fernando Guillen Cuervo, personaje que no hace mucho ruido, pero que demuestra cada vez más que la industria extranjera sabe que aquí hay vida actoral y de la buena. De Jeffrey Wright decir que pone la misma cara sea el papel que sea, y si no, ver “QoS” y luego ver “Syriana”. Y el villano, pues uno más para la saga, Mathieu Amalric ni fu ni fa, aunque le ha faltado algo más de presencia.
Hasta aquí, tengo cuerda para rato, pero no es plan de aburrir. Peli que cojea en algunos momentos, como también tiene otros que son brillantes, la acción bien repartida para no decaer, planos indiscutiblemente bellos y Bourne, Jason Bourne como delicatesen.



