A partir de ahora, no es plan de que solo os bombardee con reseñas de películas, mi mundo no solo se alimenta de ello. ¿Así que porque no estrenar una nueva sección en este humilde rincón del ciberespacio? ¿Y de que va? Pues de musiquita. De hecho, espero colgar todos los viernes una canción, veremos si soy capaz de no faltar a la cita algún viernes. Bueno no me enrollo más y os dejo con la canción que inaugura esta sección.
Al final con tantos tiras y afloja en mi cabeza, me he decantado por una canción de Fatboy Slim. Una de muchas que tiene este gran Dj, y que seguro repito en alguna semana venidera. La canción es “Praise you”, que viene en el disco “You´ve come a long way, Baby”, un gran disco y que seguro que a más de uno le suena alguna que otra cancioncita de este magnífico cd. El video clip viene dirigido por Spike Jonze, director de muchos videos musicales, y de películas como “Adaptation” o “Como ser John Malkovich”. Pero lo más curioso de este video no es eso, sino con lo que jugó Jonze, un juego de realidades en el que el mismo Jonze, bajo la figura del bailarín Richard Koufey, crea el grupo de baile Torrance Community Dance Group, que en las afueras de un cine en Los Ángeles graba. Donde una absurda coreografía se vuelve en magia pura cuando ves la reacción de la gente, la vida transformada en el absurdo y el triunfo de los que no saben qué hacer, pero consigue algo superior a sus expectativas.
Por ese video, acreditado a la Torrance Community Dance Group, Jonze ganó algunos premios MTv, en compañía de su entonces cuñado, Roman Coppola (Spike Jonze estuvo casado con Sofia Coppola, la directora de las Vírgenes Suicidas y María Antonieta, además de hija del gran Francis Ford Coppola. Incluso la misma Sofia ha participado en algunos videos de su ex marido, como Electrobank, de los Chemical Brothers, donde hacía de gimnasta olímpica). Coppola y Jonze realizaron una serie de trabajos interesantes alrededor de esto de hacer videos.
La gracia de ese experimento llevado hasta el extremo radica en que Jonze deja que este personaje Koufey tenga vida propia. Una vez que el video es nominado a los premios Mtv de 1999 y el Torrance Community Dance Group es invitado a hacer una presentación en la gala de los premios, Jonze ve ahí la posibilidad de hacer un documental ficticio sobre el proceso de ensayar e ir hasta Nueva York a aparecer en vivo y en directo, bailando esa coreografía extraña y ridícula.
Con la ayuda de todo el mundo, hasta de los hermanos Coppola como operadores de cámara, la broma se magnifica cuando Koufey se encuentra y saluda con personas como Will Smith o Los Backstreet boys, o cuando desde su asiento baila al son de las presentaciones de Ricky Martin y otros.
Aquí os dejo el temita para que lo disfrutéis, y que tengáis un buen fin de semana.
¿Quién dijo que el “Western” estaba muerto? Que tengo que darle la razón completamente, porque después de ver “Appaloosa” reconozco que este género esta en horas bajas. Y es que cada cierto tiempo, la industria cinematográfica nos da un producto de esta categoría, categoría o género que no se reinventa, quedándose estancado y provocando el rechazo por el público. El “Western” junto con el de “Acción” han tocado fondo y cada siguiente película nos la venden con mil tópicos visto en una infinidad de películas.
No me voy a andar por las ramas, “Appaloosa” es un muermo, una película intragable, lenta y aburrida, diálogos que rozan el absurdo. He leído muy buenas críticas de esta película, sinceramente, donde han visto un bello paisaje lleno de poesía, yo he visto… ummm como decirlo sin ofender a nadie… lo siento no puedo, ¡mierda! Y es que, aunque “Appaloosa” empiece con un estilo cercano a un film de Peckinpah, el resto es solo humo que se esfuma con rapidez por no tener sustancia alguna, un ritmo cansino, con diálogos que hacen que los personajes, sobre todo el de Ed Harris, parezcan tontos, Sergio Leones, John Ford, Clint Eastwood o el ya mencionado Sam Peckinpah nos mostraban una época dura, personajes fríos y calculadores, con carisma, escenas que quedan grabadas en la memoria en un primer vistazo, tensión sin tregua e historias como no veremos en el panorama actual. La carencia de garra en el film es notable, de ahí que estemos más pendientes al reloj que por lo que esté ocurriendo en la pantalla.
Soy un gran seguidor de Ed Harris en su faceta actoral, pero en la de dirección lo descubro ahora (tengo pendiente de ver “Pollock”), y sin lugar a dudas, Ed Harris no es Clint Easywood, que puede combinar ambos roles y salir airoso sin problema alguno, Harris en cambio se queda flojo en lo que ha dirección se refiere, sobre todo a la hora de poner en su sitio a Renée Zellweger, personaje tosco y no muy bien definido provocando que estropee alguna que otra escena, del resto no se preocupa mucho, pero es que tampoco le hace falta, es como si yo hago una película y me rodeo de Al Pacino, Robert de Niro, Dustin Hoffman, Morgan Freeman, fijo que ellos salvan la función, como lo hacen Jeremy Irons y Viggo Mortensen, y sin olvidar a Lance Henriksen, que demuestra una vez más lo buen actor que es sin tener que esforzarse mucho.
Me queda por ver otro western de este año, “El tren de las 3:10” y que espero disfrutar más que con “Appaloosa”, cierto es que, en un género donde hay obras maestras del cine, es difícil destacar, pero desde luego es que si no se pone ganas e imaginación a una historia, ésta ya de por si flaquea, ya lo dice Syd Field en ese gran manual para guionista “El libro del guión”, de guiones malos nunca se podrá hacer una película buena.
En fin yo no os la recomiendo, antes os sugeriría que invirtierais el dinero de la entrada en la compra de “Grupo Salvaje” o alguna de las estupendas películas de Sergio Leones hizo sobre este género, o en “Sin perdón” o en “Silverado” o en un sin fin de pelis de dicho género y que todos conocemos porque lo que es bueno perdura en la memoria colectiva. “Appaloosa” podría haber sido el “Sin perdón” de Ed Harris, o un “Tombstone” más aplacado y sereno, pero se ha quedado en la ñoñería de alguien que le gusta el cine pero no un género, una película que quedara en el olvido.
Con el estreno de “Déjame entrar” en nuestras carteleras, es un buen momento para repasar otra peli de vampiros que se estreno el año pasado, “30 días de oscuridad”.
He echado de menos a Blade en “30 Días de oscuridad”, tal vez porque le hubiera dado más dinamismo a la parte central del film, algo que no ha hecho David Slade, su director. No hare comparaciones con otros film de temática vampírica ni nada por el estilo, aunque no me imagino si, Neville hubiese vivido en Barrow ¿qué hubiera pasado? La peli del realizador de “Hard Candy” se basa en el comic “30 Días de noche” de Steve Niles y Ben Templesmith, comic con varias secuelas y si tiene éxito la peli, las realizaran. Me resulto difícil, después de leer el comic, que se pudiera adaptar al cine, el relato es corto y va al grano, sabía que llevarlo a la gran pantalla resultaría tarea difícil, más que nada porque el comic no da para hora y media, y cuando vi que la peli duraba una hora y cuarenta, intuí que ya la habían cagado, y después de verla, me confirmo la cagada.
Todo empieza en un pueblo en el culo del mundo, Barrow (lo podéis ver en el Google Earth, basta con poner Barrow, Alaska en el buscador), cerca del círculo polar ártico, y que durante treinta días no ven el sol ni en postales (menuda putada al que le toque en el trabajo el turno de noche). Con esta característica los vampiros están en la gloria, y aprovechan para ponerse las botas. El Sheriff Eben (Josh Hartnett), su esposa Stella (Melissa George) y un puñado de pueblerinos tendrán que resistir o sobrevivir hasta la vuelta del sol.
A groso modo, esto es lo que pinta la peli y el comic. La peli no es del todo fiel al relato dibujado y escrito por Niles y Templesmith, han eliminados algunos personajes (algunos fundamentales), y han añadido otros, han cambiado situaciones (en el comic Eben y Stella son una pareja feliz y por el amor lucharan para sobrevivir, en la peli estos dos ni se hablan). Pero lo peor de la película es que da rodeos para alargar una película que con ochenta minutos (incluso menos) hubieran bastado. Lo curioso es que el guión viene escrito por Steve Niles, y por lo que se ve, ha pasado un poco de su propia narración directa al grano. El guión fluctúa demasiado y esto hace pesar la película, sobre todo su parte central, que se hace eterna y aburrida.
Si hay que destacar algo de la película es el look de los vampiros, por supuesto son iguales que los del comic, eso sí, los del comic tienen una lengua viperina que los hace aún más salvajes. Los dientes, sus ojos e incluso sus movimientos los hacen originales en su forma, lo que no apruebo es su dialecto, en el comic no lo tienen ¿es que por llevarlo al cine tienen que tener su propio idioma? También es de categoría el escenario donde se enmarca la acción, ese pueblo en medio del ártico es genial y transmite una inseguridad increíble cuando llega la oscuridad. El frio nos cala hasta los huesos, pero por supuesto no llega a la atmosfera creada por Carpenter en “La cosa” y he de decir que al principio me recordaba a ésta.
Pero si alguien tiene la culpa de que la peli sea fallida, es de su director David Slade. Slade ha hecho un producto sin garra alguna, sin sacarles partido a sus actores (sé que es difícil con Josh Hartnett), el único que parece que disfruta con su personaje y le da algo de credibilidad es Danny Huston haciendo de Marlow (el jefe vampiro) y es el que tiene las mejores frases del libreto. Slade también se ha apuntado a rodar con cámara al hombro, esta costumbre se está poniendo muy de moda últimamente, provocando unos mareos de órdago, sé que defiendo a Greengrass, realizador que hace un arte “la cámara al hombro”, pero Greengrass a diferencia de otros directores, desarrolla las imágenes con un montaje impecable, y ahí está la prueba con su nominación al mejor montaje por “El ultimátum de Bourne”. Hablando de montaje, Slade no le da fluidez a su largometraje, y esto más el guión, pues hace que el producto sea un coñazo.
Resumiendo, una peli floja, que pasara con más pena que gloria. Una adaptación que no está a la altura de las expectativas, y un realizador que no me llega a convencer, su anterior película, “Hard Candy”, me pareció un tostón, y puede que le hayan dado muchos premios y bla bla bla… siendo una película sobrevalorada. Y con “30 Días de oscuridad” me confirma la falta de talento de este realizador. En fin, otra decepción más.