domingo, 31 de octubre de 2010
WATCHMEN
sábado, 7 de agosto de 2010
A la deriva
sábado, 26 de junio de 2010
Hostel
El bodrio hecho película. Hostel 2 es la consecuencia del éxito que tuvo Hostel. El mayor problema es que no se puede hacer una secuela a marchas forzadas. Se nota tela la falta de interés por parte del equipo en no explotar el producto, y así conseguir una franquicia más o menos correcta. No es la única película que peca de esto, sagas como Saw o Scream se han forjado igualmente. Y claro un trabajo así, pues pasa factura, dejando secuelas sin interés alguno.
Hostel 2 comienza con el superviviente de la primera parte, éste ha quedado marcado por lo vivido, vive en un estado estresante y paranoico, tanto es así que, literalmente, perderá la cabeza. Después de esto, nos volvemos a encontrar en Europa con tres mujercitas salida de Sensación de vivir. Estas conocen a una señorita muy amable, aunque todos los que estamos viendo la peli sabemos de sobra que es una lagarta y las va a putear a las tres. Pues bien, esta individua les aconseja a las Barbies que vayan a Eslovaquia, a un lugar lleno de diversión y confort. Por supuesto no les dirá que también hay un club de caza, y no precisamente de animalitos. Una vez allí, serán víctimas de un negocio macabro. Paralelamente también nos contaran las vidas de dos sujetos que han pagado para hacerlas sufrir, intentando así mostrar algo de originalidad, y por supuesto, meternos un poco más en ese mundillo sádico.
Esto si que es un baño de sangre
Esto es un poco la patética historia que nos cuentan, repitiendo prácticamente lo establecido en su primera parte. Lo peor de todo, es que carece de tensión, es aburrida, lenta, insípida… resumiendo: tostón del quince. Incluso lo que uno espera referente a lo salvaje y brutal, también se queda a años luz de la primera parte, nos lo han vendido como algo aún peor que Hostel, y no es así. La brutalidad impresa en la primera cinta deja marca, en esta segunda deja risa. Y encima ha provocado que la olvide rápidamente, todo un placer para mi cerebrito.
Su director, Eli Roth, ha deambulado en esta secuela, no es que sea un director que vaya a pasar a la historia por lo que hace, pero desde luego, por este camino no llegará muy lejos. Os recuerdo peña que, Peter Jackson empezó igual, evoluciono y ahora es respetado en la industria, Roth por lo pronto no evoluciona. La reconocida por los fanáticos del terror, Cabin Fever, me pareció un coñazo. Hostel me pareció original, con buenas escenas de miedo y una buena dosis de gore. Su falso tráiler en Grindhouse me pareció cachondo, pero ya está. Ahora Hostel 2, ufff alejaos, ¡corred como si de la peste se tratara! Roth también ha escrito el guión, si es que se puede llamar así a lo que ha escrito. Un guión sin mucho gancho, previsible, y carente de emoción. Es como si lo hubiese escrito en un par de días, pero vamos, que más de dos días es suficiente para hacer lo que ha hecho.
Olvidando la falta de interés y el poco esfuerzo del realizador, seguiré mutilando la película. Ahora el turno para los actores, jajajaja, ¿se les puede llamar así? Uno se alegra de que se los carguen y todo. ¡A la horcaaaa! Lauren German es la inocencia personificada, mirando por sus amigos, intentado no meterse en líos, vamos, que parece que no ha roto un plato en su vida, y al final nos pega un giro increíble, es la mala leche personificada, sin pensárselo dos veces, cortará de cuajo, y me voy a poner fino, un pene y los testículos, y sí, Roth hace un primer plano de ello. Un personaje mal construido, pero es normal, Roth sigue sin calentamientos de cabeza.
Y eso es Hostel 2, sinónimo de timazo o bazofia. Un producto realizado a toda pastilla para el personal que tiene aún fresquita su primera parte, y así vaya a verla con entusiasmo. El otro reclamo es que viene producida por Tarantino, y eso se supone que debe ser algo bueno. Sinceramente, era fan de Tarantino, Pulp Fiction es la mejor peli que ha parido el cine, pero desde luego este tipo se le ha ido pasando el arte a medida que han ido pasando los años. Que con “Malditos Bastardos” haya dado un paso, no significa nada. ¿Por qué está tan sobrevalorado este tipo? Me da igual que más de uno me abuchee por estas palabras, pero vamos a ver si abrimos los ojos. Tarantino a perdido fuelle, pero bueno, eso es otra historia. Hostel 2 es una mamarrachada y cada uno sabe cómo quiere malgastar su dinero y sobre todo, su tiempo.
sábado, 13 de febrero de 2010
21 Black Jack
Mal sabor de boca me ha dejado “21: Black Jack”, esperaba mucho más de esta película, ya no por su elenco de actores, sino porque estas historias siempre dan mucho juego (nunca mejor dicho). En el caso de 21 existe el problema de que lo que estamos viendo ya nos es familiar, sabemos lo que va a ocurrir antes de que suceda, y es que una historia que debería ser imprevisible (como son los juegos) se hace demasiado previsible debido a recaer en situaciones vista en mil películas, y he aquí su gran error, ya que no consigue el gancho suficiente para atrapar al espectador.
En 21 se nos presenta a Ben Campbell (Jim Sturgess), un joven que es un lumbrera con las mates. Su profesor Micky Rosa (Kevin Spacey) es un espabilado de la vida, y sabe que puede sacar mucho provecho de su avispado alumno. ¿Cómo? Pues contando cartas, nuestro joven cede a la petición no solo por la pasta que puede ganar, sino porque en toda buena historia, siempre hay cabida para el amor… ainsss… y a nuestro joven se le cae la baba por Jill Taylor (Kate Bosworth) una lacaya de Micky. Total, que los fines de semana en vez de hacer botellona, la trupe de Micky se desplaza a la ciudad del pecado, y una vez allí despluman a los casinos. Por supuesto, todos sabemos cómo se las traen los de estos negocios (los que no lo sepáis, podéis ver “Casino” del señor Scorsese) y aquí es donde entra en juego Cole Williams (Larry Fishburne) que por todos los medios intenta pillar a estos jovenzuelos.
Por supuesto la historia nos cuenta muchas más cosas, que nuestro joven tiene su propia pandilla de amiguetes, y una vez que entra en ese mundo de fantasía gracias al dinero que obtiene por su habilidad, les dará la espalda, mentirá a su madre y se distanciará de sus estudios, vamos, lo típico en estas historias, y ya sabéis como puede terminar… “¿¿¿Ohh que estoy haciendo??? Tengo que volver a lo que era mi vida y blablabla…” si señores, nuestro joven reflexiona e intentara volver a lo que era su vida sin pasta, dejará de lado su prepotencia, pero claro, el codicioso profesor se lo pondrá difícil.
Algunos pensaréis que os he estropeado la película, pero no es así, si alguien aquí lo ha estropeado es Robert Luketic, su director, y por supuesto sus guionistas Peter Steinfeld y Alland Loeb, que adaptan el libro de Ben Mezrich que cuenta la historia real de Jeff Ma, el cual le sacaba la pasta a los casinos de las Vegas, y que hoy día puede visitar la ciudad, pero le está prohibido jugar al Black jack. No sé lo que habrán adaptado estos dos tipos, pero desde luego no se esfuerzan en sorprendernos, ni siquiera con los diálogos, una película sosa, sin gancho, solo salvable por un trío actoral, un estupendo Ben Campbell, y los magníficos Kevin Spacey y Larry Fishburne. Robert también comete el error de alargar la historia, y es que sus dos horas pasan factura al espectador, el ritmo que nos acontece fluctúa demasiado, si hubiera puesto el mismo interés en toda la película que en la secuencia de aprendizaje de Sturgess, hubiera sido más llevadera.
Si tuviera que sacar algo positivo de esta película lo tendría muy claro, aparte del trío actoral, destacaría el tratamiento que ofrece la película de las dos ciudades, por un lado Las Vegas, que nos muestra ese mundo de fantasía, un lugar hipnótico y que todos hemos soñado alguna vez, un mundo más allá de nuestras rutinas diarias, y es que el dinero no da la felicidad, pero ayuda a encontrarla, y en Boston se nos muestra como es la realidad, la que vivimos día a día, la rutinaria, la que nos crea el stress, la que hace que busquemos un céntimo para poder llegar a cumplir un sueño. Por supuesto esto no hace que la película sea mejor, ni más buena, simplemente tiene una brillantez.
Pero bueno, espero que los guionistas Peter Steinfeld y Alland Loeb se esfuercen en sus futuros proyectos, que Robert aprenda de sus errores, a su favor he de decir que la realización de algunas escenas es para darle una palmadita en la espalda.