Ya lo hemos dicho muchas veces, Hollywood está en crisis de ideas. Cada vez son más las adaptaciones, ya sean de libros, comics o videojuegos, por no seguir hablando de secuelas y remakes. Es cierto que desde los principios del cine siempre ha existido esto, tal vez la gran diferencia con los tiempos actuales, es que ahora más de un remake es innecesario y alguna adaptación es llevada al cine de tal forma que en el camino de su transformación se pierde la esencia. No sé si el caso que nos ocupa hoy le ocurre esto, pero la verdad, poco me importa después de su visionado.
“Las colinas tienen ojos”, remake del mismo titulo del año 77, y que ya hoy en día se ha convertido en todo un clásico del cine de terror. Nunca he sido un seguidor del cine de Wes Craven, aunque admito que se especializó en el género (Shocker por ejemplo es genial) y que ha ido evolucionando con él (si Carpenter hubiese hecho lo mismo... hoy día la estaría liando).
Wes siempre ha querido hacer otro tipo de pelis, pero los proyectos que le ofrecen son siempre de la misma temática. Reconozco que siempre he querido ver una serie de pelis de este autor, “La ultima casa a la izquierda”, “La serpiente y el arco iris” y “Las colinas tienen ojos”, por desgracia no he visto esta última, así que no puedo comparar. Es más, no podría decir si ideas de esta peli son originales o ya salían en la versión del 77. Pero bueno, una cosa no quita la otra, y me centrare en la peli en sí.
Gracias a los exitosos remakes de “La matanza de Texas” y de “Amanecer de los muertos” (genial, sencillamente genial), el género de terror resurgió en forma de remake. Era de esperar que también utilizaran alguna peli del maestro del terror, Wes Craven, “Las colinas tienen ojos” fue la elegida en su día. Wes ejerció de productor en esta ocasión, esto por lo menos da seguridad de que la producción no se vaya al traste y sea fiel al original. Pero para ello hay que buscar a un director que sea moldeable o que domine el género. Ese peso le cae a Alexandre Aja, y... ¿por qué? pues por lo que he leído, Aja había conseguido en el 2003 el reconocimiento internacional por la película “Alta Tensión”, a Wes le gustó y el resto es historia.
La película está llena de tópicos del género, en el 77 sería un pelotazo esto, pero actualmente se vuelve previsible y no da miedo. Ya hay demasiados films de gente que va con su coche, se pierde y cae en manos de un asesino... me quejo también de la carencia de originalidad, porque el susto fácil está ya muy visto. Cierto que es muy efectivo, pero desde luego cansa, y me refiero a que una silueta (suponemos claramente que el villano de la función) pasa por delante de la cámara, y no es por ello por lo que damos el salto de la butaca, sino por la música que se dispara. La verdad, a ver si nos calentamos un poco el coco para la próxima.
La película me pareció algo larga, su comienzo es cansino, el ritmo fluctúa muchas veces, y no es hasta la secuencia del acoso en la caravana cuando por fin engancha, secuencia espectacular, soberbia, donde se consigue el mayor punto de tensión de la historia. A partir de ahí ésta toma otro color. El personaje interpretado por Aaron Stanford (Doug) tomara una decisión radical, de hecho, la segunda mitad de la película sí que tiene un buen tirón (ver a Doug metido en un congelador lleno de miembros amputados agobia un poco). Por lo demás, la película va a la deriva, está muy bien definir todas las cositas de la historia (como la razón de los mutantes), pero provoca caídas de ritmo y un final algo ñoño que no nos motiva tanto.
No diré nada de los actores, en una producción de esta índole nos podemos imaginar el nivel de actuación (los perros, lo mejor, muy original llamarles Bella y Bestia, lo digo de verdad, reconozco que no es una casualidad, ya que aportan mucho si nos centramos en ellos).
Resumiendo, el que quiera pasar un rato sin pensar y dejarse llevar por degenerados malsanos y un prota que no cree en las armas y que a mitad de película se cree Rambo (vale, es el mensaje de la historia, la supervivencia, el instinto animal que todos llevamos dentro), ésta es su peli.
